miércoles, 22 de octubre de 2008

Represión financiera y muebles

Muchas personas dan por sentado que cuando van al banco a abrir una cuenta de ahorro, en cualquiera de sus versiones, la tasa de interés que debe reportar su inversión no debería ser inferior a la tasa de inflación, para al menos asegurar el poder adquisitivo de los ahorros en el tiempo. Otra cosa que muchos dan por sentado es el hecho de que de vez en cuando algún vecino deje algún mueble o electrodoméstico en la calle, porque se mudó y no se lo pudo llevar o vender o se ha comprado algo más nuevo y ya no lo necesita, a la espera de que otra persona que lo necesite se lo lleve a su casa.

Dependiendo de dónde se viva estos hechos puede que no resulten tan familiares. En muchos países en desarrollo en donde existe alguna forma de represión financiera las cuentas de ahorro generan intereses casi siempre por debajo de la tasa de inflación. Es entonces cuando las opciones de ahorro para los estratos pobres y medios de la sociedad tienden a distanciarse de las instituciones financieras. Es una práctica tan extendida que mucha gente pasa una vida entera sin jamás haber tenido una cuenta de ahorro, a pesar de que si haya ahorrado.

A continuación una enumeración, no exhaustiva, de modalidades de ahorro en zonas urbanas. En países con este problema suele existir una dolarización informal por lo que la primera opción de ahorro suele ser la compra de la moneda norteamericana para tenerla en casa, popularmente debajo del colchón. Cuando ya se tiene suficiente dinero acumulado se puede pasar a la siguiente alternativa de ahorro, que son los muebles o electrodomésticos. Sillas, mesas, neveras, equipos de sonido, televisores y demás artículos en buen estado casi nunca serán dejados en la calle para que alguna otra persona los tome gratis porque estos bienes son medios de ahorro y serán vendidos al precio máximo posible a la hora de necesitar liquidez. Las siguientes categorías de ahorro son los carros (sin importar la antigüedad o estado) y por último los bienes raíces (hasta el rancho o la choza más humilde cumple esta función). Tan sólo los estratos pudientes de la sociedad podrán escapar la represión financiera ahorrando en cuentas en el exterior.
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jueves, 16 de octubre de 2008

Deux pays, deux types de pauvreté

Si on se souvient que récemment chercheurs de la Banque Mondiale ont proposé un ajustement à la célèbre ligne internationale de pauvreté de $1 (€0,74; C$1,19) par jour et par personne à $1.25, faire une analyse comparative de la ligne nationale de pauvreté d'un pays développé, l'Allemagne, et de celle d’un pays en développement (PED), le Venezuela, résulte intéressant.

Commençons par le cas allemand. Puisque dans la plupart des pays de l'Union Européenne le problème de la pauvreté absolue - qu'on pourrait vaguement considérer comme un état dans lequel les nécessités de base pour avoir une vie décente ne sont pas satisfaites- est plutôt rare, les agences statistiques nationales sont préoccupées davantage par mesurer la pauvreté en termes relatifs. La ligne de pauvreté est alors calculée à partir «du revenu équivalent» médian, c’est-à-dire le revenu équivalent de la personne qui est juste au milieu de la répartition des revenus équivalente du pays, quand ceux-ci sont arrangés du plus petit au plus grand. Le revenu équivalent est une échelle développée par l'Organisation de Coopération et Développement Economiques qui permet de comparer le revenu des ménages de diverses tailles. Pour obtenir ce revenu équivalent, un poids est donné à chaque membre du ménage et son revenu total est alors divisé par la somme des poids. La personne qui gagne le plus d’argent a un poids égal à 1, son conjoint ou les enfants avec plus de 13 ans ont un poids de 0,5 et celui des enfants au dessous de 14 ans est 0,3. La ligne de pauvreté est définie comme un niveau du revenu équivalent de 60% du médian. Pour l'Allemagne en 2005 la ligne a été située autour des €850 (C$1.355) par mois. Le pourcentage de la population vivant en état de pauvreté la même année était 13,2%.

Dans le cas vénézuélien, comme dans la plupart des PED, le type de pauvreté mesuré est l'absolue. Afin de construire une ligne de pauvreté absolue, on définit un panier de consommation de base qui assurerait un état soutenable de vie. Au Venezuela, le panier est construit prenant en compte qu'une personne doit consommer au moins 2.200 calories par jour de nourriture. Sur la base des enquêtes des ménages, le coût d'un panier de nourriture, qui couvrirait la quantité indiquée de calories et se composerait par les aliments principaux du pays, est calculé. Grâce aux mêmes enquêtes des ménages, on sait que les dépenses sur des biens et services autres que de la nourriture sont presque égales aux dépenses sur la nourriture dans les groupes de population qui ont une consommation d’aliments autour des 2.200 calories quotidiennes. Le panier de consommation de base, ou ligne de pauvreté, est alors défini comme le double du coût du panier de nourriture. La ligne mensuelle de pauvreté par habitant en 2005 était de BsF74,23 (€23,3-29,26; C$31,92-40,09). Sous cette ligne de pauvreté se trouvaient entre 37,9% et 43,7% des vénézuéliens cette année.
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martes, 14 de octubre de 2008

Two countries, two types of poverty

In these times in which World Bank researchers have proposed an adjustment to the famous international poverty line of $1 (€0,74) a day and per person to $1.25, it’s interesting to make a comparative analysis of the national poverty line of a developed country, Germany, and that of a less developed country (LDC), Venezuela.

Let’s begin by the German case. Since in most countries of the European Union the problem of absolute poverty - which one could vaguely consider as a state in which the basic necessities to have a decent life are not satisfied- is quite rare, national statistical agencies are more concerned about measuring poverty in relative terms. The poverty line is then calculated from the median “equivalent income”, i.e. the equivalent income of the person who is just in the middle of the equivalent income distribution of the country, when these are ordered from the lower to the greater. The equivalent income is a scale developed by the Organization for Economic Co-operation and Development that allows comparing the income of households with different amount of members. To obtain this equivalent income a weight is given to each member of the household and its total income is then divided by the sum of the weights. The main income earner has a weight equal to 1, the spouse or children older than 13 have a weight of 0.5 and that of children younger than 14 is 0.3. The poverty line is defined as a level of equivalent income of 60% of the median one. For Germany in 2005 that line was located around €850 ($1,148) monthly. The percentage of the population living in conditions of poverty in that same year was 13.2%.

In the Venezuelan case, like in most LDCs, the type of poverty measured is the absolute one. In order to construct an absolute poverty line, a basic consumption basket is defined that assures a sustainable life condition. In Venezuela, the basket is constructed under the assumption that a person needs to consume at least 2,200 calories per day of food. On the basis of household surveys, the cost of a food basket, that covers the specified amount of calories and is composed by the staple foods of the country, is calculated. Thanks to the same household surveys, it is known that the expenses on goods and services different from food are almost the same as the expenses on food in population groups that have a food consumption around the 2,200 daily calories. The basic basket of consumption, or the poverty line, is then defined as the double of the cost of the food basket. The monthly poverty line per capita in 2005 was of BsF 74.23 ($27.49-34.53; €23.3-29.26). Under this poverty line lived between 37.9% and 43.7% of Venezuelans in that year.
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jueves, 9 de octubre de 2008

Dos países, dos tipos de pobreza

En estos tiempos en que investigadores del Banco Mundial vienen de proponer un ajuste a la famosa línea de pobreza internacional de $1 (€0,74; BsF2,15-4,50; Col$2.158) a $1,25 por día y por persona, resulta interesante hacer un análisis comparativo de las líneas de pobrezas nacionales de un país desarrollado, Alemania, y de un país menos desarrollado, Venezuela.

Comencemos por el caso alemán. Debido a que en la mayoría de los países de la Unión Europea (UE) el problema de la pobreza absoluta -que podemos vagamente considerar como un estado en el que las necesidades básicas para llevar una vida decente no son satisfechas- es bastante raro, las agencias estadísticas nacionales se preocupan más por medir la pobreza en términos relativos. La línea de pobreza se calcula entonces a partir del “ingreso equivalente” mediano, es decir el ingreso equivalente que percibe la persona que se encuentra justo en el medio de todos los ingresos equivalentes del país, cuando éstos son ordenados de menor a mayor. El ingreso equivalente es una escala desarrollada por la OCDE para poder comparar los ingresos de hogares con diferentes miembros. Lo que se hace es darle un peso a las personas que lo componen y dividir el ingreso total del hogar entre la suma de los pesos. El sostén de hogar tiene un peso igual a 1, la pareja o hijos mayores de 13 años tienen un peso de 0,5 e hijos menores de 14 años 0,3. La línea de pobreza se define como un nivel de ingreso equivalente del 60% al mediano. Para Alemania en el año 2005 esa línea se ubicó alrededor de los €850 ($1.148; BsF2.468-5.166; Col$2.477.617) mensuales. El porcentaje de la población viviendo en condiciones de pobreza en ese mismo año se ubicó en 13,2%.

En el caso venezolano, como en la mayor parte de los países menos desarrollados, la pobreza que se mide es la absoluta. Para crear la línea de pobreza, en este país se construye una canasta básica de consumo que asegure una condición de vida sostenible. En el caso venezolano, la cesta se construye bajo el supuesto de que una persona necesita consumir al menos 2.200 calorías diarias de alimento. En base a las encuestas de hogares, se calcula el costo de una canasta alimenticia que cubra ese monto de calorías en base a los alimentos que consume normalmente la población. De nuevo gracias a las encuestas de hogares, se sabe que los gastos no alimenticios conforman un monto igual al de los alimenticios para grupos poblacionales con un consumo de alimentos que ronda las 2.200 calorías diarias. Es decir que la cesta básica es igual al doble del costo de la cesta alimenticia. La línea de pobreza per cápita mensual en 2005 fue de BsF 74,23 ($27,49-34,53; €23,3-29,26; Col$353.470-458.260). Bajo esta línea de pobreza se encontraban entre el 37,9% y el 43,7% de los venezolanos en ese año.
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